Joyas del Gobierno de Dios

Selecciones y reseñas de los textos recibidos por Jakob Lorber.
Ciencia y Espiritualidad


Índice

Prólogo dado por el Señor

1. El Padre celestial llama a sus hijos

2. Consejos del Señor

3. El Señor como Padre desea hacer feliz a Sus Hijos

4. La Gracia de Dios es un tesoro valioso que contiene abundancia terrenal y eterna

5. El Señor revela el secreto de la Creación para la iniciación de Sus Hijos

6. El sol es un símbolo del Hijo renacido espiritualmente.

7. El Amor creó a la primera pareja

8. La Divinidad pone a prueba a Adán y Eva


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Prólogo dado por el Señor

Es necesario buscar la verdad con firmeza del corazón y no sólo con el intelecto.

Hay que acompañar con sencillez del corazón, humildad y agradecimiento.

Esta obra de la Nueva Revelación contiene sencillez, sosiego y profundidad, y es muy útil para el alma.

(GobD.1.000)

1. El Padre celestial llama a sus hijos

El Amor es la verdadera oración.

Es necesario liberarse de “bailar”, jugar, ser lascivo y adicto a la “moda”.

(GobD.1.001)

2. Consejos del Señor

Consejo a todos: es necesario purificar la carne.

Consejo a las madres: hay que enseñar a los hijos que eviten el miedo, más bien que despierten el Temor y Amor a Dios.

Consejo a los pobres, hambrientos y amigos de Dios: que tengan dignidad, esperanza, amor y confianza en el Señor.

La «verdadera iglesia» es útil para purificarse.

Jesús es el único Dios Eterno en quien mora el Padre, el Hijo y el Espíritu.

Consejo a los clérigos: sirvan a Dios por Amor y no por el dinero.

Consejo a los gobernantes: no están por encima de la Ley de Dios.

(GobD.1.002)

3. El Señor como Padre desea hacer feliz a Sus Hijos

En todo el universo, el ser humano es una «criatura de Dios», pero el hombre de la Tierra está llamado a ser, además, un «Hijo de Dios».

Todo el universo está sumiso al Poder de Dios, pero la Voluntad de Dios está sumisa a la de Sus Hijos.

El Poder de Dios está por encima de todo, pero la Voluntad de Dios es sumisa a la de Sus Hijos.

En la Tierra cada hombre decide ser un «Hijo de Dios» a través de sus acciones.

El Padre pide a Sus Hijos que se dejen amar por Él y que le correspondan en el Amor.

Todo lo que Dios da a Sus Hijos es puro.

Dios no juega, es necesario tomar en serio Su Palabra y evitar ser ligeros en el Amor.

Las criaturas de Dios son eliminadas si no sirven, pero los Hijos de Dios están destinados a la Vida Eterna. Para esto, Dios tiene muchos correctivos en caso que sean obstinados y se nieguen a alcanzar la bienaventuranza.

(GobD.1.003)

4. La Gracia de Dios es un tesoro valioso que contiene abundancia terrenal y eterna

Quien quiera pedir perdón de los pecados, la recibe si realiza una verdadera penitencia a través de Jesús Quien es la Palabra viva y el Amor de Dios.

A las criaturas de Dios se les ha dado el poder, pero a los hijos de Dios se les ha dado el Amor que es la Vida misma.

Quien se apega al mundo material, muere espiritualmente.

El Amor de Dios es la Vida de toda vida.

La Gracia es la Luz de Dios en el hombre.

La iglesia verdadera no son las religiones hechas por los hombres.

La verdadera y única iglesia es el Amor en el alma del hombre.

Sólo en la «Iglesia verdadera» está la Vida Eterna y es la única que puede dar la vida bienaventurada.

Jesús posee todo el Poder de Dios porque ha vencido a la muerte y ha hecho sumisa a la Divinidad de Dios.

(GobD.1.004)

5. El Señor revela el secreto de la Creación para la iniciación de Sus Hijos

El amor era ciego y la Divinidad se unió con el Amor.

La Divinidad creó a espíritus a través del Amor.

Primero creó a tres espíritus.

El espíritu similar a la Luz de la Divinidad se rebeló y quiso apoderarse de la Divinidad.

Los espíritus que no se rebelaron alcanzaron la perfección.

El Amor sintió dolor por los espíritus perdidos y la Divinidad le dio el Poder de ayudarlos.

El universo se creó de una lágrima que brotó del Amor de Dios por misericordia.

Dios da vida al Universo material recién creado.

Este universo material fue creado para que los perdidos tuvieran una segunda oportunidad a alcanzar la Vida Eterna.

El Señor entregó, en esta Nueva Revelación, la llave para comprender el camino de la salvación.

(GobD.1.005)

6. El sol es un símbolo del Hijo renacido espiritualmente.

Quien salga del Orden divino del Amor haciendo uso de su libertad, actúa en contra del Amor y la Vida y, por tanto, no podrá subsistir para siempre.

Similar al descanso que existe en los polos de la Tierra, también es que a través del descanso del Amor en Dios surge la receptividad para la Vida y la Luz. El planeta Tierra es, por tanto, como una maestra de Sabiduría.

Toda actividad del hombre tiene que provenir del Amor de Dios.

Las estaciones terrestres muestran el camino espiritual.

Quien no sea como la Luna, la Tierra, o el Sol, será como un cometa o una estrella fugaz: estará a la deriva.

El Espíritu del Amor y la Gracia está en el interior del hombre y posee absoluta Sabiduría.

(GobD.1.006)

7. El Amor creó a la primera pareja

Dios creó el universo desde Su Amor, Su Sabiduría y Su Orden.

El amor formó de arcilla al primer hombre llamado Adán, es decir, el “hijo de la Misericordia y la Gracia”.

Dios extrajo el amor propio de Adán y lo colocó en un nuevo cuerpo que la llamó Eva o “Liberación del egoísmo”.

Eva se deleitaba en el hombre Adán, estaba inclinada a él y le seguía a cada uno de sus movimientos.

El Amor pide a la nueva pareja que se vistan de obediencia, humildad, fidelidad e inocencia justa para que puedan usar la fuerza procreadora.

(GobD.1.007)

8. La Divinidad pone a prueba a Adán y Eva

Dios dejó solos a Adán y Eva en el paraíso para que puedan pasar la prueba en completa libertad.

Era la Divinidad quien les probaba. El deseo tentador era la serpiente que estaba dentro de Eva.

Gracias a la voz interior, Adán le dijo a Eva que eliminará el deseo y Eva lo hizo.

Pero el deseo expulsado se convirtió en serpiente que convenció a Eva de comer del fruto. Así apareció una segunda Eva que era la serpiente con sus curvas seductoras. Adán tuvo complacencia en esta segunda Eva y comió también del fruto prohibido.

A través de este acto, Adán y Eva se reconocieron a sí mismos, Adán vio que era el primer espíritu caído en la perdición y sintió un fuerte arrepentimiento. Eva sintió mucha vergüenza de verse desnuda al igual que Adán. Adán se escondió en una cueva, y Eva detrás de un arbusto.

(GobD.1.008)

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